Es uno de los
elementos clave de una buena configuración y, además, de los que permiten un
mayor nivel adaptación a cada tipo de usuarios al existir fuentes de
alimentación clásicas, modulares.
¿Cómo elegir mi fuente de alimentación?
Pese a ser uno de los elementos principales, muchos usuarios
no le prestan la atención que merece a la fuente de alimentación, elemento, que
al fin y al cabo, será el encargado de suministrar energía a todo el equipo.
El consumo de nuestros componentes es el que determinará la
potencia mínima necesaria para que nuestra fuente de alimentación para PC lo
alimente. El consumo medio de un ordenador básico oscila entre los 200 y los
400W, un Workstation y pc gaming estándar entre los 300 y los 600 y un PC
Master Race concebido para desempeñar un esfuerzo gráfico total puede partir de
la base de los 500W hacia arriba.
Una vez configurado nuestro equipo, y conociendo los valores
medios de consumo antes mencionados, debemos seleccionar la fuente de
alimentación o fuente modular que cubra las necesidades energéticas de nuestro
ordenador
Para que el rendimiento sea óptimo, el consumo del ordenador
debe encontrarse entre el 25% y el 95% de la fuente. Menos del 25% nos dará
problemas y si la mantenemos siempre al límite de potencia, podemos reducir la
vida útil del dispositivo debido al calor. Normalmente se recomienda que la potencia
del ordenador suponga el 50% de la potencia de la fuente, por lo que para un
ordenador básico una fuente de alimentación de 500W es suficiente, mientras que
para un PcGaming podemos estar hablando de fuentes de 800W o más.
¿Qué tipo de fuente de alimentación es mejor?
Una vez seleccionada la potencia, podemos elegir entre
fuentes de alimentación estándar, modulares o semi-modulares.
La diferencia entre los distintos tipos de fuente radica en
el cableado. Mientras que las estándar disponen de todo el cableado
preinstalado y listo para utilizarse, una fuente modular cuenta con distintas
entradas para que tú conectes únicamente los cables que necesites,
permitiéndote así una personalización mayor y evitando el exceso de cables en
tu PC. Las fuentes de alimentación semi-modular es una combinación de los
modelos anteriores que fusiona la utilización de conectores para cables y
preinstalar las conexiones principales que necesitarás para tu ordenador, un
punto intermedio gracias al cual podemos configurar nuestras conexiones pero
partiendo de la base que necesariamente debemos instalar sí o sí.
AT o ATX
En la actualidad disponemos de 2 tipos de fuentes de
alimentación AT prácticamente en desuso
y ATX que son las que están instaladas casi en la totalidad de equipos
informáticos sobremesa.
Las fuentes de poder en los primeros ordenadores fueron las
llamadas como AT. La diferencia principal que un usuario puede notar está en el
hecho de que las fuentes de poder AT no apagan el equipo de manera automática,
ya que cuando se ordena al sistema operativo que se apague, éste termina todos
los procesos que tiene pendientes y envía un último mensaje diciendo “Ahora
puede apagar el equipo“.
En cambio las fuentes de poder del tipo ATX terminan con la
operación de apagado, haciendolo de una manera automática sin que nosotros
tengamos que presionar el botón de apagado para terminar toda la operación. el
tipo de bus que conecta a la placa madre,
en la fuente de poder AT es diferente al tipo de bus de la fuente de
poder del tipo ATX.
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